..:Ya no somos los mismos:..

sábado, mayo 05, 2007

Nosotros, los de entonces...

El tiempo transcurre lento en esta fría y casi desértica sala de redacción, esperando que la pasividad que reina no mengue. Momentos tranquilos, pausados, llenos de imágenes, de pensamientos; de instantes que de sólo analizarlos ya pasan a ser recuerdos.
Mucho que decir, pero poco para expresar. A mi mente llega por avatares de terceros, las siempre latentes frases de un poema que, conocido por muchos –ignorado por pocos- ha dejado huella en mí desde hace muchas lunas.
Estos versos son, en este instante, mi mejor compañía... por ello, los comparto.

P.D. Sí, es un post light, pero de vez en cuando hace falta.

POEMA 20

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.


Pablo Neruda, 1924

Lo escribió some :: 8:53 p. m. :: 6 Nos han escrito:

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