..:Ya no somos los mismos:..
miércoles, febrero 14, 2007
¡Todos los días!
Para tí... para mí...
aquí o allá,
con tristezas o alegrías,
con triunfos y algunos fracasos...
amores y desencuentros...
Para todos los que alguna vez hemos
sentido esas mariposas revoloteando
en el estómago; hoy mi voz se alza
para gritar:
¡FELIZ DIA!
domingo, febrero 11, 2007
Es siempre tan breve que ya ha terminado...
Las paredes… las paredes cada vez se hicieron más grandes
El espacio… sí… el espacio quedó aún más corto
El aire… el aire se había ido, se perdió, se fue… ya no se sentía
¿Cómo salir corriendo? ¿Cómo escapar? ¿Cómo ver? ¿Cómo respirar?
Sí, así es, aquí me quedé.
¿Cómo saber si todo era mentira? ¿Cómo saber si todo era cierto? Alguna vez lo sabré? Lo dudo…
Intenté parar ese techo blanco que cada vez parecía estar más cerca sobre mi ya nublada lucidez…
Cerré los ojos fuertemente… pero… pero todo fue en vano, mis recuerdos aún seguían allí… mis angustias aún estaban… el miedo… el miedo terminó por abrumarme.
El tiempo… el tiempo transcurrió, pasó lento y agónicamente, sin piedad alguna…
Los segundos… sí… los segundos, los minutos, las horas, los días y los años no tuvieron la más mínima intención de ser condescendientes, fueron furtivos, torturantes, inclementes, no sabía entonces qué hacer, me quedé allí plasmado a que solamente pasara todo; me aferré a esa poca fe que ni yo mismo sabía que tenía, qué equivocado estaba, inocente de lo que aún me deparaba, traté de solapar mi destino… TODO FUE EN VANO.
Mi esperanza ya aplastada y moribunda se resignó finalmente a morir, hasta que… hasta que… aquella noche, sin saberlo, sin esperarlo, sin quererlo, pude salir, correr, ver, respirar y por sobre todo… sí… sobre todo… sentir.
El pasado se había ido
El nuevo presente había llegado
Los días pasaron
Mis instintos despertaron
Todo… todo “fue tan breve que ya había terminado”
Y luego… luego de 29 años el teatro nuevamente había acabado
Las luces se apagaron
Las puertas volvieron a cerrarse
Y el techo terminó por caerse
El instante… sí… el instante ficticio terminó por desdibujarse, por disolverse…
Y aún cuando fue una completa mentira pude y supe lo que era verte.
Ahora…ahora regreso a ese cuarto oscuro
Porque después de todo… el encierro vuelve a ser mi luto
Donde… donde pareciera no haber alguna salida.
El aire… el aire se había ido, se perdió, se fue… ya no se sentía
¿Cómo salir corriendo? ¿Cómo escapar? ¿Cómo ver? ¿Cómo respirar?
Sí, así es, aquí me quedé.
¿Cómo saber si todo era mentira? ¿Cómo saber si todo era cierto? Alguna vez lo sabré? Lo dudo…
Intenté parar ese techo blanco que cada vez parecía estar más cerca sobre mi ya nublada lucidez…
Cerré los ojos fuertemente… pero… pero todo fue en vano, mis recuerdos aún seguían allí… mis angustias aún estaban… el miedo… el miedo terminó por abrumarme.
El tiempo… el tiempo transcurrió, pasó lento y agónicamente, sin piedad alguna…
Los segundos… sí… los segundos, los minutos, las horas, los días y los años no tuvieron la más mínima intención de ser condescendientes, fueron furtivos, torturantes, inclementes, no sabía entonces qué hacer, me quedé allí plasmado a que solamente pasara todo; me aferré a esa poca fe que ni yo mismo sabía que tenía, qué equivocado estaba, inocente de lo que aún me deparaba, traté de solapar mi destino… TODO FUE EN VANO.
Mi esperanza ya aplastada y moribunda se resignó finalmente a morir, hasta que… hasta que… aquella noche, sin saberlo, sin esperarlo, sin quererlo, pude salir, correr, ver, respirar y por sobre todo… sí… sobre todo… sentir.
El pasado se había ido
El nuevo presente había llegado
Los días pasaron
Mis instintos despertaron
Todo… todo “fue tan breve que ya había terminado”
Y luego… luego de 29 años el teatro nuevamente había acabado
Las luces se apagaron
Las puertas volvieron a cerrarse
Y el techo terminó por caerse
El instante… sí… el instante ficticio terminó por desdibujarse, por disolverse…
Y aún cuando fue una completa mentira pude y supe lo que era verte.
Ahora…ahora regreso a ese cuarto oscuro
Porque después de todo… el encierro vuelve a ser mi luto
Donde… donde pareciera no haber alguna salida.
El celular suena y me arranca de sopetón del sueño sabroso que supongo tenía, y de repente me recuerda que gracias a la decisión que tomé hace ya más de 15 años, hoy, domingo en la mañana, debo ir a trabajar. Las rotativas no dejan de imprimir, la gente siempre quiere leer el periódico, y por ello debo salir a laborar… ¿Por qué no habré estudiado para maestra?Me lavo mi cara, me meto en mi baño, disfruto un desayuno aceptable, leo titulares por internet para ver cómo salimos y enterarme además qué nos esperará hoy informativamente hablando. En otras palabras: desempolvé el ánimo y me dispuse a trabajar.
Abajo, en la entrada del edificio, muy cómodamente echada y con cara de tranquilidad dominguera me consigo a la conserje, quien al divisarme puso una cara de asombro como si hubiera visto, no se, a su señor esposo en cama con la Administradora:
……-¿¿¿¿¿Y USTED VA A TRABAJAR HOY?????... ¿¿¿¿¿DOMINGO????? ¡¡¡Ayyyyy no!!!, pobrecita……..
Como dicen por ahí, nunca falta ALGUIEN ASI... un domingo cualquiera.
viernes, febrero 09, 2007
PARA ANGEEE...
Ange!... estas pocas lineas es para decirte lo buena nota que eres... gracias por todas esas palabras que siempre dejas, llenas de alegría, de buena vibra, como quisiera que muchas, muchisimassssss personas fuesen así como tu, todo seria distinto pero lamentablemente no es así, aun no logro comprender como hay gente que deja comentarios insolentes, estúpidos y por sobre todo fuera de lugar, yo particularmente jamas leería algo que me pareciese aburrido o sin sentido pero bueno, ni modo, gente IMBÉCIL es lo que sobra en este mundo, supongo entonces amiga Ange, que es precisamente eso lo que te hace tan especial, cada vez que leo algo tuyo me digo "coño, como me gustaría ser así, tener esa actitud, poder sentir de verdad esas palabras para decirlas" ... gracias Ange.. gracias por visitar nuestro Blog y ser como eres. muchos besos y abrazos para ti.. :)
martes, febrero 06, 2007
XXX 386
Ese día nos levantamos muy, muy temprano, de madrugada, con un friíto muy típico del suelo tachirense. El viaje sería matador, ida por vuelta a la querida Mérida para hacer un "mandado de mamá"... El motivo no importaba, lo vital era darnos un espacio -así fuera de pocas horas- lejos de tantas miradas, ojos mal intencionados... Además de todo, representaría nuestro primer viaje juntos a la ciudad de los caballeros...
El camino se fue portando a la altura, casi casi, sin contratiempos. Una hora antes de llegar vino a la mente una idea: ¿y si cambiamos sólo por un rato el viejo Chévrolet por el nuevo XXX 386 que está allá, muy tranquilamente esperando en la finca, por donde vamos a pasar...así llegaremos más rápido....? Hecho.
El día se pasó entre nuevos amigos, entregar el mandado, visitar a unos "panas" que de "pana" no me hacían falta saludar... e ir a La Sabana un momentico, para la familia visitar.
"Ese de allá, en la ventana es mi hermano.... Mmmmm... Hola, ella es Ana.... mmmmm ahhh ya....". Arriba, en lo alto del segundo piso, pero en la ventana vecina, medio se veía la cara de un jovencillo de unos 17 años, que al parecer estaba medio enfermo de una muela y su amiga Indira lo iba a acompañar... "Mamá no está..." Se dejó escuchar desde esa mala cara. Ok. Media vuelta, y para atrás. ("qué niño tan antipático... no debimos venir par acá...").
Se hacía tarde, había que regresar, pero una que otra cerveza "obligó" a apretar el acelerador hasta el final...
Una gran recta, luego la primera curva, pasando la estación de policía que luchaba por no caerse a un lado de la carretera. Un autobús que robaba la derecha, una montaña que se abalanzó encima y de repente... 20 segundos que parecieron una eternidad... "No grites Ana.... no grites...." (pero asombrosamente nadie gritaba). Al fin el carro se detuvo; el panorama se volvió -literalmente- de cabeza... el cinturón, ¡bendito cinturón de seguridad!, nos permitió salir por una maltrecha ventanilla sólo con muchos moretones y pedacitos de vidrio que de repente caían del cuerpo al comenzar a caminar. De ahí salimos en pie, pero el japonés XXX386 no volvió a rodar.
Fue un muy largo camino a casa, frente a una larga carretera que parecía nunca terminar, mas aun de nuevo dentro de ese viejo Chévrolet que debimos volver a conducir para regresar.... Miedo, angustia, incertidumbre... dolor... Todo se vino encima en un solo día, un corto pero a la vez muy, muy largo viaje que marcó el inicio de uno de los capítulos más influyentes de nuestras vidas...
Un día que se tornó difícil, donde la vida se aferró a la vida... en el cual conocí por una ventana a Jc.Rey, a quien hoy, luego de 11 años de ese dolor de muela, con tantos y tantos cuentos, alegrías, tristezas, caminos alejados y de nuevo reunidos, le deseo un ¡¡¡Feliz 29 cumpleaños!!!
domingo, febrero 04, 2007
Esas cosas que suelen suceder....
Un equipo muy bien preparado, un extenso y arduo calentamiento, una excelente jugada....
De repente, sin mucho pensarlo, sin creer que suceda, el panorama cambia: ¡un gran jonrón con las bases llenassssss!... pero en el estadio equivocado...
Por alláaaaaaaaa, en el fondo, de nuevo, de esa misma multitud que observa calmadamente sentada, y que desde hace tiempo padece el juego desde su humilde butaca, se vuelve a escuchar ese grito que ya parece un eco de tanto resonar: ¡Ooout!
¿Fin del partido? Eso, lo dirá el mañana...
Pero tranquilo, que como siempre... aquí o allá, el equipo gana.
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